La eficiencia energética es la optimización de la energía requerida en un suministro de luz, para ello, se llevan a cabo diferentes cambios en los procesos diarios, sin reducir la calidad de vida de sus habitantes.
Los beneficios de este uso eficiente de la energía son muchos, desde la disminución de la contaminación y del uso de los recursos naturales, hasta la reducción de la factura de la luz.
Gracias a los avances tecnológicos, en la actualidad, existen numerosos medios para mejorar la eficiencia energética de un inmueble gracias a un diseño de iluminación óptimo.
Consumo energético en la iluminación
El consumo energético es el gasto total de energía requerido para llevar a cabo un proceso determinado, en este caso, para iluminar un inmueble. Se mide en kilovatios hora y representa un gasto variable en nuestra factura de luz todos los meses.
Para poder reducir el gasto energético en iluminación, optar por luminarias LED en tu nuevo proyecto de iluminación te permitirá disminuir el consumo del inmueble hasta un 80%, y es un beneficio doble, porque tienen una vida útil diez veces mayor que las lámparas convencionales.
Asimismo,optar por ópticas para aumentar el efecto lumínico y mecanismos de control para regular la intensidad y el encendido, aprovechar al máximo la luz natural y realizar un mantenimiento y limpieza rutinaria una vez terminada la instalación, son acciones que contribuirán a aumentar la eficiencia de nuestra iluminación.
Es fundamental contar con un experto en iluminación que realice los cálculos y el diseño previamente, antes de llevar a cabo dicho proyecto.
Estas medidas reducirán el consumo en iluminación pero, para reducir completamente este gasto, deberemos comprobar el precio que nos facturan por dichos kilovatios. Para ello, hacer una comparativa entre las diferentes comercializadoras de luz, nos ayudará a localizar la tarifa de luz más barata que se adapte a nuestras necesidades y hábitos de consumo.
Potencia eléctrica en la iluminación
A la hora de escoger la nueva luminaria, tendremos que tener en cuenta su eficacia luminosa, es muy importante escoger aquellas que emitan los mismos lúmenes (lm) con menor requerimiento de potencia eléctrica (W), es decir, si tenemos que elegir entre dos opciones, nos quedaremos con la que menos lm/W tenga.
De esta manera también podremos reducir la parte fija de nuestra factura de luz, llamada potencia contratada. Se trata del número de kilovatios de los que se dispone en el suministro para encender diferentes aparatos eléctricos a la vez sin que salten los plomos. Estos kilovatios son facturados cada día, independientemente del consumo que hayamos tenido.
Por tanto, al finalizar nuestro nuevo proyecto de iluminación podremos reducir la potencia eléctrica contratada en nuestro suministro, ya que nuestra nueva luminaria no necesitará de tantos kilovatios para funcionar, aumentando la eficiencia energética y reduciendo aún más la factura de luz.
Autoconsumo solar
Por último, para reducir hasta un 70% nuestra factura de luz, podemos escoger alimentar esta nueva iluminación a través de autoconsumo para conseguir un inmueble verdaderamente eficiente.
El autoconsumo solar, se define como la instalación de paneles fotovoltaicos que convierten la radiación solar en energía para alimentar un suministro. De esta manera el usuario consume energía completamente gratuita durante los más de 25 años de vida útil del sistema.
Pese a que resulta un desembolso inicial elevado, gracias a las subvenciones y ayudas que está proporcionando el Gobierno para su implementación, se puede amortizar en un plazo aproximado de 3 años.